La carnicería en Alepo debe terminar de forma inmediata
La imagen del niño sirio que ha sido portada en medios de todo el mundo. Centro de Información de Alepo ( EFE |
Hay imágenes a las que, afortunadamente, es imposible acostumbrarse. La expresión perdida de un niño sirio, cubierto de polvo, ensangrentado y sentado recto —como si estuviera en el colegio o en casa a la hora de comer con los mayores— en la silla de una ambulancia ha vuelto a recordar al mundo que en Siria se está viviendo la que sin duda ya es la mayor tragedia del siglo XXI. Detrás de los titulares de prensa, las iniciativas de la diplomacia internacional y las interminables cifras de víctimas y daños, hay personas que, como Omran Daqneesh, el niño de la foto, en su corta vida no han conocido otra cosa que la guerra.
El presidente sirio, Bachar el Asad, y los jefes de los grupos rebeldes que combaten en Alepo son los responsables directos de lo que está sucediendo y no pueden justificar de ninguna manera el calvario al que están sometiendo a decenas de miles de personas. Rusia e Irán están ayudando a El Asad y por tanto tienen la obligación moral de forzarle a detener el asedio. Ninguna maniobra estratégica o de influencia regional debería pasar por encima del precio de vidas inocentes. Estados Unidos y Europa no pueden seguir aproximándose al problema de una forma paliativa, desentendiéndose del origen. En el caso de Europa, tanto por principio democrático como por su propia seguridad. La conmoción y solidaridad ciudadanas son buenas —y demuestran un saludable sentido de la humanidad— pero completamente insuficientes si no van acompañadas de iniciativas y compromisos diplomáticos serios y realistas perfectamente exigibles tanto a Gobiernos como a organismos internacionales. Urge por tanto un alto el fuego inmediato en Alepo extensible al resto de Siria y un compromiso internacional sincero con la resolución del conflicto.
Nada le puede devolver la vida a Aylan Kurdi, pero aún es posible que Omran Daqneesh conozca algo que no sea la guerra. Y es obligatorio que así sea.